Por Guillermina Alt. Marizán Santana
El enfoque estratégico del Consejo Regional de Desarrollo, Inc. (CRD), en torno a un bien articulado desarrollo social y político del país, tiene por fundamento, que resulta una necesidad imperiosa, que quienes formamos parte de él, tomemos por guía principal, que las grandes naciones, no lo son debido a sus recursos físicos o naturales, sino, cuando afianzan sus valores, enmarcando estrictamente en ellos, las conductas de sus ciudadanos y ciudadanas.
Lineamientos, que estima vital su imposición y aceptación, para erradicar las barreras que obstaculizan una mejor forma de pensar, además, la instauración de comportamientos unificados, que faciliten la protección y solidificación de las familias y las demás instituciones que integran nuestra sociedad.
Al respecto, llama tomar por ejemplo, la conducta de Enriquillo, quien al sublevarse, se constituyó en nuestro primer patriota, mostrando a través de sus gritos y reclamos desde las montañas, que tenemos una isla hermosa y gloriosa que defender, en cuyo cometido, debemos mantenernos fieles a la rectitud y la verdad.
Conducirnos por la ruta marcada por Duarte, Sánchez y Mella, además, por aquellos que en nuestro pasado, han ofrendando sus vidas por la libertad y la democracia, por constituirse no sólo en libertadores, sino también, columnas morales de la República, mostrándonos que las metas más relevantes de nuestra historia, las hemos podido alcanzar, usando los frutos beneficiosos que arrojan la vivencia colectiva de la vocación de bien.
Enclavarnos, en la forma de pensar de Ercilia Pepín, cuyos aportes a la educación estamos obligados convertirlos en fuentes de orientación de nuestros profesores y profesoras como de todas las entidades educativas, para su conducción con mayor firmeza, hacia la enseñanza soportada en los valores, para que los jóvenes y adultos, puedan de cara al presente y futuro, jugar un mejor rol en sus deberes sociales.
Tareas que propone el CRD:
La problemática tratada, conforme a los criterios del CRD, imponen elevar los niveles de concientización en la población nacional, para que todos sus integrantes sin excepción, comprendamos en su mayor dimensión, que conformamos una nación, cuyos valores que les dieron origen y la sustentan, son riquezas humanas y espirituales, que nos instan a mirar a lo alto y aspirar a metas superiores.
Lo cual entiende saludable, para establecer directrices idóneas, que venzan los obstáculos que impiden la solidez institucional que urgimos, para establecer un orden justo y equilibrado de seguridad ciudadana, justicia, paz y bienestar social.
Al efecto, constituye para el Consejo Regional de Desarrollo, Inc. (CRD), una tarea primordial a cargo de todas las instituciones del país, preservar y promover una sociedad sustentada en valores, por ser la fuente principal que tiene nuestro Estado, para lograr la estabilidad y promover la grandeza de República Dominicana.
La autora es Doctora en Derecho, Directora de la Comisión de Género del Consejo Regional de Desarrollo, Inc. (CRD) y Juez